Unos 67.000 alumnos de Infantil y Primaria volvieron ayer al colegio
Unos 67.000 alumnos de Infantil y Primaria volvieron ayer al colegio
"El primer día suelen llorar y se van contagiando. Hay que darles mucho cariño para que se sientan seguros"
Alumnos de Educación Primaria del CP San Miguel de Noáin, ayer, dirigiéndose a su clase. EDUARDO BUXENS. |
Otros 43 colegios abrirán sus puertas hoy o mañana y 32, ya lo hicieron los días previos, por encontrarse en localidades que celebran estos días sus fiestas patronales. Los alumnos de Secundaria (12-18 años) serán los últimos en incorporarse a las aulas y lo harán entre mañana y el próximo lunes, según los centros. La mayoría de los colegios de Infantil y Primaria de ambas redes tendrán sólo clase por las mañanas este mes de septiembre. En Secundaria, suele ser el horario habitual durante todo el curso.
A falta de conocer los datos oficiales (Educación los facilitará en los próximos días, cuando se contabilicen a los alumnos matriculados en el periodo extraordinario y los que han superado los exámenes de septiembre), se estima que el número de escolares será similar o algo superior al del curso pasado. Este curso abre sus puertas el nuevo instituto de Estella, además del colegio público de Orkoien (que aún está en obras) y que impartirá el modelo D (euskera).
Mañana, coincidiendo con el comienzo del curso en Secundaria, se han organizado concentraciones de protesta en todos los colegios e institutos públicos como queja contra los recortes de plantilla que ha llevado a cabo el Departamento de Educación. Los docentes y los padres que lo deseen saldarán a las puertas de los centros a manifestarse. Y puede que esta no sea la única protesta por esta situación, ya que la próxima semana decidirán qué otras medidas desarrollan.
LA PRIMERA BIENVENIDA DE SILVIA...
"Vengo con los mismos nervios que los niños"
SILVIA Sagardoy Asín tiene 21 años y empezó ayer el colegio. Y lo hizo con más de veinte niños de 3 años a los que tuvo que consolar y abrazar para que no lloraran al separarse de sus padres. Silvia es una de las maestras más jóvenes que este curso impartirá clase en la red pública. Con la oposición recién aprobada (sacó plaza este verano), se ha estrenado en la docencia en el colegio público San Miguel de Noáin, como tutora de inglés en un aula de 1º de Educación Infantil. "Vengo casi con los mismos nervios que los niños. Es mi "primer primer" día de clase y espero estar a la altura", confesaba esta vecina de Barañáin, diplomada en Magisterio de Inglés. El curso pasado sustituyó durante tres meses a una maestra en el colegio Santa Luisa de Marillac de Barañáin, en el que ella estudió. "Tengo poca experiencia pero muchas ganas de aprender", reconocía.
Silvia terminó la carrera en junio de 2010 y se marchó unos meses a perfeccionar el inglés a Brighton (Reino Unido). A su vuelta, y mientras hacía una sustitución aprovechó para estudiar. "Estoy encantada de haber aprobado la oposición. Saqué muy buena nota y eso me hizo conseguir plaza, aunque tenía pocos puntos por la experiencia", cuenta. Y añade que lo suyo es vocacional. "Desde pequeña me han encantado los niños y siempre he sabido que quería trabajar en algo relacionado, como maestra o pediatra. Vi que se me daban bien los idiomas y me decanté por la enseñanza y en estas edades".
En su centro se imparten los modelos plurilingües; el TIL (castellano e inglés) y TILA (castellano, inglés y euskera). "Yo soy la tutora de inglés y siempre tengo que dirigirme a los niños en esta lengua, aunque al principio no me entiendan. A final de curso, comprenden todo y luego ya se van soltando a hablar". Silvia comparte el aula con la tutora de castellano, Maite Arenas; y el de euskera, Javier López Estévez.
Llantos y abrazos
A las 9.30 horas, Silvia recibía en su aula de 1º A, llena de juguetes y dibujos, a los niños de 3 años acompañados por sus padres. "Las familias se quedan un rato y después se marchan", contaba. "Si los niños se ponen a llorar suelen contagiar a los demás, hay que abrazarles y darles mucho cariño para que se sientan seguros", decía al comienzo de la sesión. Y efectivamente. En cuanto los padres comenzaron a salir del aula, la clase se convirtió en un concierto de llantos. Algo nervioso se marchaba Dennis Cantos, de 30 años, al dejar a su hijo Daniel, de 3, en el aula. "Es mi primer hijo y estoy igual de nervioso que el niño. Antes fue a la guardería pero ahora no conoce a ningún compañero", contaba este ecuatoriano, vecino de Noáin, al que le acompañaba su mujer, Diana Santos.
Algo más de experiencia en adaptaciones escolares tiene Laura Medina, de 32 años. Su hijo mayor, de 6, acaba de empezar 1º de Primaria en el mismo centro; y el pequeño, Raúl iba algo más confiado. "Tenía ganas de venir al cole pero se piensa que va a estar con su tato y está un poco enfadado. Con el niño mayor nunca tuve problemas, desde el primer día venía encantado".
En la misma situación estaba Raquel Pabollet Ochoa, vecina de Noáin de 35 años. "Vengo con Noelia, la pequeña; pero tengo una hija mayor, Alba, que tiene 6 años. Ayuda mucho tener una hermana, aunque Noelia es muy tímida y le va a costar adaptarse. Hoy es un día duro para todos". La que no parecía extrañar a su madre era Rebeca Casacu, que sentada en una mesa se entretenía con las construcciones. "Es una niña muy desenvuelta. No creo que tenga problemas", apuntaba su madre, la rumana Rosana Casacu, de 23, que tiene otro hijo de año y medio, Moise, al que también llevó al colegio a acompañar a su hermana.
"Don"t cry (no llores)", les decía Silvia abrazándoles. "Goazen (vamos)", insistía Javier López, el tutor de euskera. "Cada uno, tenemos que hablarles siempre en el mismo idioma desde el primer día para que se vaya acostumbrando", concluían.
CUESTIONARIO
La cara y la cruz de su trabajo... Lo más gratificante es ver a los niños crecer, comprobar que aprenden, encontrártelos años después. Al revés, lo más duro es cuando en el día a día no avanzan.
Cualidad de un maestro que le marcó: con los años, me quedo con el sosiego, el saber hacer las cosas con cierta calma.
La mejor y la peor hora para dar clase: la mejor, la primera, cuando están más despejados. La peor, la última de la tarde del viernes.
Un truco cuando los alumnos se revolucionan demasiado: cruzarse de brazos y esperar callado hasta que se dan cuenta.
Un deseo para este curso: que los niños superen todo, y las pruebas del Gobierno de Navarra, y que yo pueda jubilarme felizmente.
... Y LA ÚLTIMA DE JAVIER
"Ahora va a haber que ponerse las pilas, chicos "
SEIS centímetros de media es lo que han crecido en un año los alumnos de Francisco Javier Ema Fernández, tutor de 4º A del CP San Juan de la Cadena de Pamplona. El primer día del curso pasado, hace un año, este profesor de Primaria dedicó su bienvenida a medir a los chicos de los que durante dos años iba a ser tutor. Podrían ser sus últimos alumnos, puesto que si las condiciones que hasta ahora permitían a los profesores jubilarse a los 60 años se prorrogan (es un asunto pendiente de negociación) , Ema sdirá adiós a las aulas a lo largo de este curso.
Ayer, en el que puede ser su último "primer" día de clase, volvió a medirles y vio la diferencia. "Les he encontrado crecidos, sí. A estas edades van para arriba rápido", indicaba. Ema, nacido en Pamplona el 28 de marzo de 1952, lleva 35 años aprovechando el primer día de clase para medir a sus pupilos. Lo ha hecho en colegios como el de Artajona, en Mendillorri, en Jose María Iribarren y en Cardenal Ilundáin, aunque no siempre ha impartido al ciclo de 3º y 4º de Primaria. "He sido profesor de más mayores y también de más pequeños", explicó. Éste va a ser su cuarto curso en San Juan de la Cadena.
"Estoy encantado de ser maestro, es una profesión preciosa, y me lo paso muy bien con los chicos, pero también es cierto que espero con mucha ilusión poder jubilarme este curso", explicaba en la puerta del aula, mientras los 25 chavales de 9 años comenzaban a elevar poco a poco el tono de voz, alentados ante la repentina ausencia del profesor. A los segundos, cuando regresó, se callaron, educados, a la espera de sus indicaciones.
En la que podría ser su última primera mañana recibiendo a un curso, Ema dedicó buena parte del horario a cuestiones organizativas. "He repartido algunos materiales, libros de préstamo, instrucciones sobre el curso...". Cómo no, también hubo tiempo para hablar de las vacaciones de verano recién abandonadas. "A ver, que cada uno cuente a sus compañeros dónde ha estado. Hablad alto y claro, para que os oigan todos", pedía Ema desde la pizarra. Por orden, los niños iban relatando. David, por ejemplo, viajó a Cali (Colombia), donde tiene primos. Allí, entre otras cosas, jugó a baloncesto.
Otro compañero, Pablo, estuvo en Peñíscola. "¿Viste el castillo?", preguntó el profesor, tratando de que el niño se explayara algo más en su relato. "Sí, es muy bonito y nos explicaron desde dónde disparaban los arqueros". "Pero, ahora, ¿no dispararán a los que están en la playa?", continuó Ema. "No, ahora ya no están; estaban allí hace muchos años", respondió el niño, riéndose, al igual que sus compañeros. Paula se repartió entre Salou y París. "¿Y subiste a la torre Eiffel?". "Sí". ¿Y estaba alta?". Paula no tuvo que pensarlo mucho. "Sí". Ema procedió a retirar las manos de la boca de otro de sus chicos y se dirigió a la clase. "Muchas vacaciones habéis tenido, ¿eh? Ahora va a haber que ponerse las pilas, chicos", avisaba.
"Hoy (por ayer) ha tocado un poco la primera toma de contacto. El segundo día ya es momento de ponerse a la faena y comenzar a repasar varios conceptos del año pasado, de hacer una prueba inicial para ver con qué nivel llegamos...", señaló Ema, que sí tuvo inmersión completa y no disfrutó ni de unos minutos de asueto durante el recreo. "Me ha tocado patio", comentaba.
Si finalmente nada trunca sus planes y puede poner punto final a su vida activa como maestro durante este curso, Francisco Javier Ema, casado y padre de dos hijas de 33 y 31 años, tiene pensado peregrinar hasta Santiago de Compostela (es miembro de la Asociación de Amigos del Camino). "Además, tengo pensado leer todos los libros que hasta ahora no he podido y dedicar más tiempo a mi nieto, Pablo", contó. Antes de ayer, no había pensado que quizá ya no protagonice más inicios de curso como tutor. "Sí que he pensado más en el que será mi último día en clase. Será una jornada muy emotiva para mí", aseguró.
CUESTIONARIO
La cara y la cruz de su trabajo... Lo más gratificante es cómo van aprendiendo de ti, que te toman de modelo y te reciben siempre con una sonrisa. Lo peor; que hay que tener paciencia y no perder los nervios.
Un maestro que le marcó... Mi profesora de 3 años en Santa Luisa de Marillac (María Victoria) y Sor Jesús (5 años). Me transmitieron mucho cariño.
La mejor y la peor hora para dar clase... La mejor, la primera y la peor, después de comer.
Un truco para que un niño deje de llorar... Transmitirle mucho cariño, abrazarle... Cuando uno llora, los demás se contagian.
Un deseo para este curso... Aprender mucho y que todo salga estupendamente.
Problemas en Sangüesa
La Asociación de Padres y Madres del CP Luis Gil de Sangüesa, en representación de los alumnos de 2º de Primaria, denunció ayer que, en el primer día de clases, dos de las tres clases de este nivel carecían de tutor. En un comunicado, solicitaron a Educación que solucionara con celeridad un problema de "bajas de larga duración" que evite "que los niños pasen horas lectivas jugando en el patio". Por su parte, el consejero José Iribas, señaló que desconocía personalmente cualquier incidencia de ese estilo, "pero que si algo así estaba ocurriendo, se le pondría remedio inmediato. El departamento estará encima", dijo.
LAS CLAVES
1 Ocho nuevos centros plurilingües. Son los colegios públicos de Infantil y Primaria que se suman este curso al programa TIL y TILA, que ya engloba a 20 centros. Se trata de los colegios Iturrama y Mendillorri (Pamplona), Los Sauces (Barañáin), Mendialdea (Berriozar), San Juan (Lumbier), Luis Gil (Sangüesa), Griseras y Monte San Julián (Tudela).
2 Clases sólo por las mañanas. La mayoría de los alumnos de Infantil y Primaria de centros públicos y concertados asistirán este mes a clases sólo por la mañana. En otros centros, los primeros días son de horario de mañana y hacia mitad de mes, ya empiezan por la tarde. Los escolares de ESO y Bachillerato de los institutos tienen jornada intensiva (clase sólo por la mañana) durante todos el curso. Los alumnos de estos niveles de centros concertados tienen algunas tarde clase y otras no.
Fuente: Diario de Navarra
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