Después de casi 130 años facilitando el transporte en el Pirineo navarro, la empresa de autobuses La Roncalesa deja su actividad. Las desavenencias entre los socios que integraban Conda han obligado a los responsables de la compañía navarra a abandonar el proyecto y decir adiós a una actividad que venía desarrollando desde finales del siglo XIX.
Concetración de personas que recibió uno de los primeros autobuses de La Roncalesa a San Sebstián en el año 1945. FOTO:Kutxa Fototeca. Fondo Marín. Pascual Marín |
La Roncalesa, tal y como se refleja en su nombre, tiene una estrecha relación con el valle navarro de Roncal. La empresa nació a principios de 1883 para hacerse cargo del transporte de personas y el reparto de la correspondencia entre el valle de Roncal y Lumbier. Sus fundadores fueron une veintena de socios, en su mayoría naturales del Roncal.
Entonces los vehículos eran de tracción animal y los desplazamientos eran arduos y complejos, por ello la compañía fue vital para el desarrollo del valle roncalés y sobre todo de sus comunicaciones. Poco a poco la compañía fue creciendo y en la actualidad cubría la línea Pamplona-San Sebastián.
El cambio comenzó en 1992 cuando La Roncalesa entra a formar parte de Conda, la mayor empresa de autobuses de Navarra. Con ella, llegan Ágreda Automovil, de Zaragoza, y Continental Auto, de Madrid. Diez años después, La Roncalesa con Ágreda y La Oscense, compañía de Huesca, compran La Tafallesa. En 2007, La Roncalesa integra todas sus líneas en Conda.
Las discrepancias entre los socios, y más concretamente con Alsa, llevaron a los socios de la empresa roncalesa a vender su participación en Conda en la junta de accionistas celebrada el pasado junio y dejar a La Roncalesa como una sociedad patrimonial, propietaria de diversos inmuebles y con participaciones en distintos negocios pero lejos de lo que fue su razón de ser, el transporte de personas.
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