lunes, 5 de septiembre de 2011

Lumbier despide las fiestas en un domingo repleto de actos



Lumbier despide las fiestas en un domingo repleto de actos

Hubo visita de autoridades de la zona, degustación de queso y vino, vermú, pelota, vacas y teatro



Foto de familia de los de Askagoiti y allegados, ayer en la puerta de la sociedad.
Foto de familia de los de Askagoiti y allegados, ayer en la puerta de la sociedad. (M.Z.)


Lumbier. Lumbier entonó ayer el tradicional Pobre de Mí, en un domingo cargado de actos para todos los gustos, que arrastró a muchos visitantes de la comarca. Los primeros en acudir fueron los representantes locales de la zona a los que el Ayuntamiento anfitrión recibió en la sala de la villa. Mientras transcurría el plural encuentro, en la calle Mayor se extendían los puestos de vinos y de quesos para su degustación. A la hora del vermú, la Irunberriko barraka ofreció frito y vino a 1 euro cada uno, además de obsequiar a los que se acercaron hasta ella con chorizo y aceitunas. "En tiempos de crisis, precios de crisis", argumentaban los de la sociedad Askagoiti, que patentaron la idea a la que piensan darle continuidad. "El año que viene volveremos a hacer el vermú del domingo; el resto de la semana muchos trabajamos y no se puede. A la barraca le viene bien algo que comer, y a nosotros nos apetece hacerlo", expresaba Juan Ramón Burguete, uno de sus miembros. Esta sociedad ha colaborado este año, junto con la de Larrainenea, en varias actividades de la txozna. Con su apoyo se ha podido cubrir el vermú varios días, y con el impulso de los jóvenes cada año se podrá ampliar el programa. Así lo expresaba, Dani Pérez, uno de sus coordinadores. "Los colectivos del pueblo están implicados, y la gente jóven va entrando. Nuestro objetivo es lograr algo majo con cosas sencillas y este año creo que se ha conseguido".
 
El fin de semana anterior a las fiestas, la barraka organizó "El Abordaje", y medio centenenar de chicos y chicas participaron en el río. La cifra se duplicó en el Barrikote, la cena del miércoles, que acabó pasada por agua con una fuerte tormenta, que no logró restarle ambiente y éxito, por lo que la repetirán . Con su oferta de danzas, conciertos, demostración de esquilar ovejas y vermú, la organización ha cumplido su lema: Irunberriko Barraka: algo más que un pote.
 
Antes de comer, los gigantes se despidieron con lluvia de caramelos. Por la tarde, las vacas salieron, por su recorrido ampliado, que ha obtenido el visto bueno de la afición. Volvió el café teatro, al cine, y el frontón vibró con la afición pelotazale de Lumbier y de los pueblos que le rodean.





   

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