Día de Homenajes
Cuatro matrimonios reciben el reconocimiento por sus bodas de oro
F. Labairu, M. Turrillas y V. Aristu: su primer San Ramón en el balcón. |
Lumbier. Los jubilados de Lumbier salieron ayer a escena para disfrutar de su día en el programa festivo, tomando el testigo de los jóvenes que amenizaron la jornada anterior. Es costumbre en la localidad que el club de jubilados homenajee en esta jornada a los socios que celebran sus bodas de oro a lo largo del año.
Se casaron hace cincuenta años, pertenecen al club de jubilados y están profundamente vinculados a Lumbier. Joaquina Garijo Napal y Román Zazpe Arizcuren; María Jesús Huici Lacambra y Alfonso Eguaras Iriarte; Valeriano Rebolé López y Margarita Echavarri Riezu; Carlos Zozaya Eguaras y Margarita Elduayen Aguirre, fueron ayer los ocho protagonistas de la jornada, que comenzó como es habitual con la misa cantada por el coro. Finalizada ésta, las cuatro parejas fueron llamadas al altar donde se les impuso el pañuelo rojo y se les concedió un obsequio por parte del club. Hasta él se acercaron familiares y vecinos que les acompañaron en la celebración, así como los representantes municipales y los presidentes de los clubs de jubilados de Sangüesa y de Aoiz.
Acto seguido se dirigieron a la sede del club para degustar un aperitivo previo a la comida en el frontón a la que asistieron 178 socios.
Vínculos. De las cuatro parejas que tomaron parte en el homenaje, tan sólo María Jesús Huici y Alfonso Eguaras residen en Lumbier de continuo, y ésta ha sido una constante en su vida. Octogenarios los dos, Alfonso ejerció la profesión de camionero, mientras que María Jesús se ocupó de la casa y de sus seis hijos. Hoy cuentan con doce nietos.
Por su parte, Joaquina Garijo , ama de casa y Román Zazpe, conductor hasta su jubilación, viven en Eparoz (Urraul Alto), tienen dos hijos y dos nietos. Pertenecen al club de Lumbier. Esto y el hecho de que Joaquina haya sido la alcaldesa del valle en la anterior legislatura les ha posibilitado tener muchos conocidos y una relación fuerte con los lumbierinos.
Joaquina Garijo es un ejemplo de que nunca es tarde para desempeñar un papel en la sociedad. Camino de los doce años en el Ayuntamiento, cuatro como concejal, otros cuatro como alcaldesa y lo que va de esta legislatura. "Pero siempre estoy ahí", matiza. Pasados los setenta ha dinamizado el valle con numerosas actividades. "Vinieron a buscar a mi marido, y me encontraron a mí", recuerda. Esta mujer comparte con cuatro hombres su labor municipal, y aconseja esta actividad a cualquiera con ganas de trabajar. "Viene muy bien para la cabeza y para relacionarse. Yo me encuentro joven y con energía", expresaba convencida.
Las otras dos parejas, Vale Rebolé y Margarita Echavarri, Carlos Zozaya y Margarita Elduayen representan a todas las que, aunque han vivido fuera de Lumbier por cuestiones laborales, nunca han roto sus lazos con su pueblo natal, en el que pasan parte del año. "Nos fuimos a Guipúzcoa en el año 1955, porque no había trabajo, y hemos hecho la vida aquí y allá". Los dos recuerdan las fiestas de su juventud como "las mejores. Estábamos todo el día en la calle. Nunca hemos dejado de venir". A sus 77 años, Carlos Zozaya apunta, sólo ha faltado "uno al cohete". La pasión que sienten por su pueblo la han sabido transmitir a sus hijos y nietos que les acompañan estos días.
El día de su homenaje acabó tras la comida de la CAN, con la visita de la consejera de Política Social, Elena Torres, con jotas, pasodobles y otros temas festivos. El presidente del Club de Lumbier, José Luis López, se estrenaba en el cargo en esta jornada, y se mostraba dispuesto a dinamizarlo en lo posible.
Fuente: Noticias de Navarra
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