martes, 18 de junio de 2013

Grupo Tarambana de Lumbier





Grupo Tarambana de Lumbier
Director: Ángel Sagües

Teatro Lumbier - Parte 1



Teatro Lumbier - Parte2



Teatro Lumbier - Parte 3



Teatro Lumbier - Parte4 (Yerma)



Teatro Lumbier - Parte 5 (Perimplin)



Teatro Lumbier - Parte 6 (Bodas de Sangre)



Fuente: Maikolmesf





  


sábado, 15 de junio de 2013

El Irati, el tren que nunca se fue




 
El Irati, el tren que nunca se fue


El ferrocarril eléctrico que cubrió entre 1911 y 1955 el trazado Pamplona-Aoiz-Sangüesa es el protagonista de un libro que acaba de ver la luz


El investigador Fernando Hualde repasa la historia de este tren que acercó el progreso a una zona rural 

Alcaldes de poblaciones vinculadas al antiguo ferrocarril arroparon la presentación del libro.. ASER VIDONDO
Alcaldes de poblaciones vinculadas al antiguo ferrocarril arroparon la presentación del libro.. ASER VIDONDO

Hora y media costaba cubrir el trayecto entre Sangüesa y Pamplona, pasando por Aoiz (58 km), a bordo del tren Irati. Un ferrocarril eléctrico que revolucionó buena parte de la Merindad de Sangüesa en la primera mitad del siglo XX y que acercó el desarrollo a pequeños pueblos eminentemente rurales y agrícolas. "Dicen que iba tan lento que podías bajarte, coger un racimo de uvas y volverte a subir, pero hay que tener en cuenta que, pese a ello, era más rápido que viajar en caballerías".
Así lo destacaba el jueves el investigador de Isaba Fernando Hualde Gállego, de 51 años y autor del libro Ferrocarril El Irati. Historia y documentos que acaba de ver la luz.

La obra repasa, a lo largo de 464 páginas, la historia de este tren eléctrico (segundo de España tras otro de Almería, aunque de escaso recorrido) popularmente conocido como escachamatas que funcionó entre abril de 1911 y diciembre de 1955. Era una pata más de la empresa maderera, química, eléctrica y ferroviaria El Irati SA dedicada a explotar principalmente los recursos naturales en torno al propio río Irati.

"El tren se previó inicialmente para dar salida a toda la riqueza forestal tratada en el aserradero de Ekai, pero se llevó también hasta Sangüesa al verse como un buen complemento el transporte de viajeros y de mercancías", explicaba el jueves Hualde.

"Eran momentos complicados y en los que la zona se despoblaba, como hoy, pero un grupo de emprendedores supo impulsar un potente proyecto industrial con un tren que supuso una bocanada de aire fresco, de vida y de progreso que volvió a llenar de futuro, durante unas décadas, a unos vecinos y unos pueblos que perdían ya toda esperanza", dijo.
Destacó que el del tren fue un proyecto en el que "no se escatimó un duro". "Se levantaron varios puentes, como el de Liédena, y hubo que horadar la piedra de la foz de Lumbier para abrir dos túneles", expuso.

El estudioso, que se ha basado principalmente para la redacción de este libro en un fondo documental que él mismo ya realizó, de la mano de Eusko Ikaskuntza y el Ayuntamiento de Urraúl Bajo, entre los años 2005 y 2006, ha entrevistado asimismo a una decena de personas.

"Había un tren, aunque con varias locomotoras, y realizaba dos servicios diarios en cada sentido", expuso. En 1929, el precio del billete Pamplona-Sangüesa era de 5,50 pesetas. Como curiosidad, en los primeros años también se realizaban transportes fúnebres, y se pagaban 5 pesetas por ataúd.

Entre las anécdotas, Hualde recordó que "pese a la baja velocidad, el tren llegó a descarrilar varias veces, e incluso hubo 3 ó 4 accidentes importantes, algunos con muertos". "Muchos los tenemos documentados gráficamente gracias a Carmelo Butini, médico de Huarte y gran aficionado a la fotografía, que atendió varias de estas urgencias", dijo.

El tren realizó su último viaje el 31 de diciembre de 1955. "Llegó un momento en el que ya no era rentable, surgían otras formas de transporte. Se fue dejando el mantenimiento y, al final, la empresa optó por desmantelarlo todo. Los ayuntamientos de la zona se movilizaron, pero no sirvió de nada", destacó.

La caja abierta para su tránsito es todavía visible en muchos puntos, y "aún se pueden ver hierros de sujeción de las catenarias en la Avenida San Ignacio o la Avenida Carlos III de Pamplona". "El tren tuvo varias estaciones en la capital: Plaza del Castillo, Paseo Sarasate, Taconera, Seminario...", enumeró. "Lo que verdaderamente es una pena es que no queden ni locomotoras ni vagones. Todo fue desmantelado de la noche a la mañana, y parece que se preocuparon de que no hubiera fotos de ello", agregó.

Fotos y documentos

Se han editado 600 ejemplares del libro, que se venden en librerías al precio de 20 euros. Incluye 150 ilustraciones y 135 documentos transcritos. La editorial es Lamiñarra, y la edición cuenta con apoyo de Cederna Garalur, Eusko Ikaskuntza y 12 ayuntamientos y juntas de la zona: Aezkoa, Aoiz, Burlada, Huarte, Liédena, Lizoáin, Lónguida, Lumbier, Sangüesa, Urraúl Bajo, Urroz-Villa y Villava.

Repasa la historia del tren y de los promotores de El Irati SA (los aezkoanos Domingo Elizondo y Ciriaco Morea, el villavés Serapio Huici...), habla también de las máquinas y el trazado, así como de precios y horarios, y repasa todas las estaciones existentes en: Pamplona, Ansoáin, Burlada, Villava, Huarte, Egüés, Mendióroz-Uroz, Lizoáin, Urroz-Villa, Liberri, Aós, Villaveta, Ekai, Artozqui-Ezkai, Aoiz, Ayanz, Artieda, Rípodas, Lumbier, Liédena y Sangüesa.



Fuente: Diario de Navarra




 


viernes, 14 de junio de 2013

Seminario Final del proyecto europeo NECROPIR




  
Se celebra en Lumbier el Seminario Final del proyecto europeo NECROPIR

Se celebra el 14 de junio en Lumbier el Seminario Final del proyecto europeo NECROPIR "Biodiversidad sostenible en los Pirineos: Rapaces necrófagas, símbolo de la gestión concertada"
  
El Gobierno de Navarra, la Diputación Foral de Álava, la Ligue pour la Protection des Oiseaux (LPO), el Govern d´Andorra y la Generalitat de Catalunya han trabajado conjuntamente para preservar la biodiversidad en los Pirineos, a través de la conservación de las aves rapaces (NECROPIR 2009-2013).
 
Se trata de un proyecto transfronterizo, financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y enmarcado en el Programa Operativo de Cooperación Territorial España-Francia-Andorra 2007-2013.
La colaboración entre las distintas administraciones y entidades ha permitido evaluar el estado actual de las poblaciones de necrófagas en el Pirineo y avanzar en el conocimiento de temas clave para su gestión, como el marcaje alar y radio seguimiento por satélite, la disponibilidad de alimento en el conjunto del macizo Pirenaico o las diversas causas de mortalidad de estas aves.
 
Quebrantahuesos, alimoche, buitre leonado y milano real son las especies objeto de los estudios presentados en este seminario final y que están disponibles en la página web del proyecto www.pirineosostenible.eu



Fuente: Gestión Ambiental de Navarra


 

Unidos por el trazado de El Irati




  


Unidos por el trazado de El Irati

Fernando Hualde recupera la memoria del antiguo tren con el apoyo de 11 ayuntamientos y una junta de valle

El viejo Irati, a su paso por la Foz de Lumbier, con sus espectaculares vistas.
El viejo Irati, a su paso por la Foz de Lumbier, con sus espectaculares vistas. (CEDIDA)

SESENTA años después de su desaparición, el ferrocarril El Irati sigue uniendo a los pueblos por los que transcurrió su recorrido, tal y como se puso ayer de manifiesto en la presentación del último libro del historiador Fernando Hualde Gállego (Pamplona 1961), Ferrocarril El Irati. Hualde eligió para la ocasión la sede de Cederna-Garalur, asociación colaboradora, junto con la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza, además de once ayuntamientos: Aoiz, Burlada, Huarte, Liédena, Lizoáin, Lónguida, Lumbier, Sangüesa, Urraúl Bajo, Urroz-Villa y Villava, (tan solo Egüés y Pamplona se han quedado al margen), y la Junta del Valle de Aezkoa.
  
No en vano Cederna trabaja en el proyecto de recuperación de su trazado a través de la Vía Verde del Irati como nexo de unión entre los valles, como un eje estructural entre el Pirineo y el Prepirineo, hasta Huarte y Pamplona, enmarcado en el Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal (PSIS), que se tramitará al Gobierno a finales de este año o primeros del próximo, por lo que tal y como exponía su gerente, Isabel Elizalde, el trabajo de Hualde "pone en valor el patrimonio y es una manera de hacer Montaña".
  
Ferrocarril El Irati, tercer libro de la colección Recorrido por el Patrimonio de Navarra, después del Valle de Izagaondoa y de la Alfarería de Lumbier, tiene su origen en un convenio que el Ayuntamiento de Urraúl Bajo, con el entonces alcalde Fernando Cabodevilla, firmó con Eusko Ikaskuntza para trabajar en un fondo de información sobre el ferrocarril El Irati. La tarea fue encomendada al historiador y etnógrafo Fernando Hualde, que invirtió año y medio entre 2005 y 2006, y que fue presentado en un soporte digital en Artieda el año 2007. "Tenía ilusión por pasar todo aquello a papel, y creo que la gente también lo deseaba. Además, aquella labor se fue engordando y había que materializarla", señaló Hualde. 
  
Para tal fin, una vez más se apoyó en el también historiador David Mariezkurrena y el fruto de su trabajo ve la luz con un volumen de 464 páginas, con 150 ilustraciones, editado por Lamiñarra. El tándem Hualde-Mariezkurrena permite conocer el pasado de la historia de un tren pionero y el carácter de unos aezkoanos emprendedores, como Domingo Elizondo, que vieron en recursos locales la posibilidad de proyectos para la Montaña, por lo que el contenido de la obra de Hualde se convierte además en modelo para los tiempos actuales, tanto para los emprendedores en tiempos difíciles como para los políticos, "porque no cabe mayor generosidad que trabajar y que tu trabajo revierta en tu pueblo. El tren impulsó a la Merindad de Sangüesa entonces, y ahora la Vía Verde puede ser un recurso turístico", añadió.
  
Ferrocarril El Irati recupera la memoria de principios del siglo XX, cuando la Merindad de Sangüesa atravesaba un momento delicado que un grupo de emprendedores aezkoanos supieron aprovechar al amparo de la explotación forestal llevada a cabo en los valles pirenaicos de Navarra para poner en marcha el primer ferrocarril eléctrico que circuló por la Península Ibérica, y el segundo de Europa.
  
Entre los años 1911 y 1955 El Irati cubrió diariamente el trayecto Pamplona-Sangüesa y, como remarca Hualde, fue mucho más que un medio de transporte. "Fue sobre todo una bocanada de aire fresco, de vida y progreso que volvió a llenar de futuro durante más de cuatro décadas a los vecinos de los pueblos que habían perdido la esperanza. "Fue único a nivel tecnológico, emocional, empresarial y social", dijo Hualde, quien considera que ha saldado la deuda con la historia de ese tren y de los hombres que lo impulsaron. 
  
Tan importante como el conocido popularmente como Escachamatas es para Hualde que siga siendo motivo y símbolo de unión entre los pueblos, y por ello se mostró agradecido con el respaldo institucional, que le acompañó en la puesta de largo de su último libro al que le seguirán este verano otros dos: uno sobre la indumentaria roncalesa y otro del bicentenario de la quema de Isaba. Su vocación por recuperar en este caso medio siglo de El Irati "hace posible su divulgación y conocer con un lenguaje llano y mucho sentimiento su historia", aseguró su compañero. Pero la aportación más fuerte del libro es el hecho de que se respalda sobre 135 documentos de la historia oficial. Ello se completa con los testimonios de una decena de personas que lo vivieron.
  
Articulada la base, actualizarla no cuesta nada. La investigación sigue dando frutos y la carpeta va engordando. Con toda probabilidad, habrá más ediciones. El incansable Hualde, como lo definió cariñosamente Mariezkurrena, va camino del cuarto libro de la colección. Éste sobre el Rey de la Faba.
 





   
 

martes, 11 de junio de 2013

La Cofradía del Vino de Navarra celebra la llegada de siete nuevos miembros




  

La Cofradía del Vino de Navarra celebra la llegada de siete nuevos miembros

Se invistieron cuatro cofrades de número y tres de honor en el XXIII Gran Capítulo de la hermandad en Lumbier
Miembros de la Cofradía del Vino, junto con los nuevos cofrades de número y de honor, ayer a la salida del acto en el Centro Cívico de Lumbier.. l.p.
Miembros de la Cofradía del Vino, junto con los nuevos cofrades de número y de honor, ayer a la salida del acto en el Centro Cívico de Lumbier.. L.P.
 
La Cofradía del Vino de Navarra cuenta, desde este domingo, con cuatro nuevos cofrades de número y tres de honor. En un acto marcado por las dificultades de la crisis, se celebró el XXIII Capítulo de la Cofradía con muchas ganas de llevar el vino de Navarra a todos los rincones de la tierra y, sobre todo, con un llamamiento al consumo de productos forales.
 
Los cofrades de honor de esta edición fueron Pilar Idoate Vidaurre, del grupo Europa; el alpinista Francisco Javier Goñi Lobera; y Patxi Lasa Aristu, del Comedor Social París 365. Idoate se comprometió a seguir difundiendo y defendiendo el vino de Navarra en su trabajo; Goñi, natural de Lumbier, agradeció el nombramiento porque "no se puede esperar nada más que ser reconocido en tu tierra y por tu gente". Por último, Lasa dedicó el homenaje a "todos los navarros y navarras que están sufriendo la crisis", y también hizo un llamamiento a las autoridades por la situación que están atravesando los ciudadanos.
 
Por su parte, los nuevos cofrades de número dan buena fe de la misión de la cofradía al ser ejemplo de difusión y amor por el vino. Miguel Ángel Barón Calvo, presidente de la asociación de periodistas de Navarra, fue presentado como un amante del vino. "El vino exalta la amistad y es capaz de arrancarnos sentimientos porque se ha puesto corazón en él", recordó Jose Luis Díez, , el cofrade que le presentó, parafraseando al propio Barón. Iñaki Oñatevia Casabiell, un "entusiasta y convencido de que el vino hace amigos", como le describió la cofrade Pilar García Granero, es el director comercial de la zona norte en Bodegas Chivite y segundo cofrade de número de esta edición. Fermín de Prados Orradre, hostelero de vocación, del bar Kairos, con multitud de cursos y conocimientos sobre el vino a sus espaldas, fue presentado a la cofradía por Elena Berduezo como "un gran defensor de nuestros vinos y un gran profesional". Por último, también se pidió la entrada en la cofradía para Ana Laguna Barbería, la presidenta de la Academia de Gastronomía de Navarra, porque "sabe apreciar las cosas buenas de la vida y con ella la cofradía compartirá más sabiduría y más pasión", dijo su padrino Jose Antonio Cruz.
 
UNA JORNADA COMPLETA
 
La jornada comenzó con una reunión de cofrades e invitados en el Ayuntamiento de Lumbier y, tras una procesión por las calles de la localidad hacia el Centro Cívico acompañados por la Txaranga, se celebró el Solemne Acto del Gran Capítulo de Investidura de nuevos Cofrades. Les acompañaron miembros de la Cofradía de Queso del Roncal, del Vino de Tenerife, del Espárrago de Navarra y de la Anchoa de San Sebastián.
 
Íñigo Zamora y David Guindano, alumnos de la Escuela de Música de Lumbier abrieron el acto con el Himno de las Cortes de Navarra y el experto y profesor José María Aristu Villanueva habló sobre la Historia y presencia del vino en Lumbier. El punto final lo puso el consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, José Javier Esparza. "Navarra se explica desde los pueblos, desde la agricultura y la ganadería, porque hay gente que puede trabajar y cada vez que compramos algo que es de Navarra estamos contribuyendo a que nuestra tierra siga siendo lo que es", dijo.
 
Tras dos temas interpretados por la txaranga de Lumbier, los asistentes participaron en una comida de hermandad en el restaurante Iru-Bide donde, como no podía ser de otra manera, el vino fue el gran protagonista.
 
 

 
 
 
 
 
 


lunes, 10 de junio de 2013

Día del Vino




  

Día del vino pasado por agua en Lumbier
La gran familia aumentó con los siete nuevos investidos en la XXIII edición de la cofradía del vino
 
 
Celebración del XXIII Solemne Gran Capítulo de la Cofradía del Vino de Navarra.
Celebración del XXIII Solemne Gran Capítulo de la Cofradía del Vino de Navarra. (Marian Zozaya)
 
El agua cobró su protagonismo en la celebración del XXIII Solemne Gran Capítulo de la Cofradía del Vino de Navarra que tuvo lugar ayer en Lumbier, pero no restó vistosidad al acto de exaltación de los valores del vino de Navarra, su mayor objetivo desde su constitución en 1991.
 
 
Con la reunión de cofrades e invitados en el Ayuntamiento, cuya recepción correspondió al alcalde, Mauro Gogorcena, y las palabras de agradecimiento del presidente de la Cofradía del Vino de Navarra, David Palacios, se inició la celebración presidida por el Gran Consejo que partió en procesión hasta el Centro Cívico donde se llevaron a cabo las nuevas investiduras.
 
 
Abrió la comitiva el concejal, José Ignacio Burguete, portando la bandera de la villa, tras la que desfilaron los pendones de las cofradías invitadas: Queso de Roncal, Espárrago de Navarra, Cofradía del Vino de Tenerife y de la Anchoa de San Sebastián, el pendón de la cofradía anfitriona, los aspirantes a Cofrades de Número, a Cofrades de Honor, el Gran Consejo, autoridades locales y del Gobierno, el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Javier Esparza y la Txaranga de Lumbier.
 
 
Y en tierra de vinos, no podía faltar un recorrido por la historia y la presencia de la viña en Lumbier, que en esta ocasión corrió a cargo del profesor, José Mari Aristu, que dio a conocer la trayectoria de la localidad, sus variedades de uva, y la producción en el tiempo, centrándose en los dos últimos siglos.
 
 
Tras la exposición de Aristu, los nuevos cofrades fueron llamados para su investidura, primero los cuatro de Número: Miguel Ángel Barón, Iñaki Oñatevia, Fermín de Prados y Ana Laguna; cuyas voces unió el primero en su discurso. Después los de honor: Pilar Idoate, Patxi Lasa (Comedor Social París 365), y Patxi Goñi. Junto a ellos, Roberto Ostilla, de la cofradía del Vino de Tenerife fue nombrado cofrade correspondiente.
 
 
El elenco fue ensalzado por su contribución a la difusión de los caldos navarros, su apuesta personal, la proyección y el esfuerzo realizado desde sus puestos de trabajo: escritura, gerencia, fogones o alpinismo. Después, los siete nuevos hombres y mujeres del vino levantaron sus copas y brindaron, no sin antes mostrarse agradecidos y reivindicativos cuando instaron al Gobierno a velar por los productos de esta tierra y por sus gentes.