Los agricultores culpan al Gobierno y a la CHE de los efectos de las riadas
Dicen que el mal estado de orillas y acequias aumenta los daños
Los alcaldes piden al consejero Esparza que visite la zona cuanto antes
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| Parte de los agricultores asistentes a la reunión describieron la situación y expusieron sus dudas. |
Convocados por el sindicato UAGN, en torno a treinta agricultores junto a los alcaldes de los pueblos de la Merindad de Sangüesa se reunieron ayer por la mañana en el ayuntamiento de Lumbier para estudiar la forma en la que procederán a evaluar primero y a reclamar después las pérdidas como consecuencia de las intensas lluvias caídas el pasado fin de semana.
Lumbier. Por la tarde, el presidente del sindicato agrario, Félix Bariáin, se reunió en Pamplona con el consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, José Javier Esparza, para transmitir las demandas de los afectados y exigir la reparación de los daños, exigencia que será trasladada a su vez a la Confederación Hidrográfica del Ebro, propietaria de algunos términos, y a la que responsabilizan junto al Gobierno de Navarra del mal estado de acequias y orillas de los ríos, "que no limpian y nos prohíben limpiar a nosotros", afirmaron.
Las cuatro demandas fundamentales al Gobierno se basan en agilizar la recogida de los daños y para tal fin, piden que se dote de técnicos a las cámaras agrarias o a las entidades locales. Como urgente, los agricultores piden que se reparen cuanto antes los caminos rurales y de concentración para que puedan usarlos. Asimismo, que se valore si la cuantía de los daños alcanza el nivel como para declarar la zona como catastrófica, y que se considere subvencionar el mayor porcentaje posible tanto en infraestructuras como en otros elementos dañados.
Con las tierras todavía húmedas, los agricultores no han hecho aún balance, si bien en el encuentro de ayer de Lumbier se puso de manifiesto que mientras algunos ayuntamientos, como el de Sangüesa, han elaborado estos días un informe y registrado la declaración de zona catastrófica, otros, como Sada y Leache, pueblos más pequeños, están todavía por hacerlo. "Como los daños han sido tan grandes en la Montaña, esta zona ha pasado prácticamente desapercibida, pero lo cierto es que nuestros caminos están destrozados, llenos de piedras e intransitables", apuntaba el agricultor de Sada Javier Lecumberri.
Alcaldes y agricultores expusieron su situación, de la que se hicieron eco además del presidente de UAGN, Félix Bariáin, el presidente del sindicato en la Merindad, Jesús Mari Artajo, y el asesor jurídico, Félix Remirez, a quien dirigieron los afectados sus dudas de carácter legislativo. Además de la siembra, en unos casos finalizada al cien por cien, en otros sin comenzar, coincidieron todos en que las pérdidas más visibles se encuentran en los caminos rurales, acequias y barrancos desbordados, desagües y derrumbes, e hicieron hincapié en que la primera medida urgente que el Gobierno tiene que acometer es la adecuación de los caminos para poder pasar a las fincas. En el caso de Sangüesa, se han contabilizado 17 kilómetros de caminos muy afectados, y el agricultor de Cáseda Manuel Salvador concretaba en 1.500 las hectáreas damnificadas preparadas con el abono para la siembra.
Entidades locales y ayuntamientos cuentan con 15 días de plazo para la evalucación aproximada y con la organización agraria para canalizar sus informes. Ni unos ni otros son ajenos a la coyuntura que les rodea, pero a pesar de ello, aseguraba Bariáin, "pediremos que sufraguen el 100%, porque la causa de los destrozos fue la lluvia, pero la culpa es de la Administración".
