miércoles, 16 de noviembre de 2011

Desarrollo Rural estudia que los buitres vuelvan a comer carroña en el monte



Desarrollo Rural estudia que los buitres vuelvan a comer carroña en el monte
El estado pone fin a las restricciones en materia de alimentación silvestre
La medida no eximiría a los ganaderos de cumplir requisitos de control sanitario en la gestión de los cadáveres

Un buitre sobrevuela junto a un rebaño de ovejas en Larraintzar.
Un buitre sobrevuela junto a un rebaño de ovejas en Larraintzar.
(Foto: oskar montero)


Pamplona. Los buitres, los quebrantahuesos y otros animales que se alimentan de la carroña que encuentran en el monte, normalmente restos de ganado extensivo, recuperarán la dieta que tuvieron que abandonar hace doce años por la crisis de las vacas locas. Los técnicos del Servicio de Ganadería y del Servicio de Conservación de la Biodiversidad, las dos áreas competentes en esta materia en el Departamento de Desarrollo Rural, Industria, Empleo y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, analizan la aplicación del decreto aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros que pone fin a las restricciones existentes en materia de alimentación silvestre.
 
Desde 1999, a raíz de una directiva sanitaria de la UE, estaba prohibido abandonar en la montaña los animales muertos: los cadáveres de ovejas, cabras y vacas debían ser recogidos, transportados hasta un centro autorizado e incinerados. Salvo en el caso de muladares controlados, zonas donde se les aportaba comida de forma artificial.
 
Esta norma proporcionará "alimentación natural de forma suficiente a distintas especies de fauna necrófaga amenazada como el quebrantahuesos, el buitre negro, el alimoche o el oso pardo", según la información del Ministerio de Medio Ambiente. Ahora, las comunidades autónomas deberán establecer las zonas y los controles necesarios en la cabaña ganadera para evitar la transmisión de enfermedades.
 
NO ES OBLIGATORIO. Aunque el Real Decreto es de aplicación en Navarra, fuentes de Desarrollo Rural indicaron que "parece ser que no representa una obligación, sino que simplemente abre una nueva posibilidad de gestión de los cadáveres del ganado en extensivo". Según estas fuentes, el Real Decreto permitiría continuar con el actual sistema de retirada de cadáveres y gestión de los puntos de alimentación suplementaria de aves necrófagas (PASAN).
 
En estos momentos, los técnicos están analizando el contenido del Decreto, aunque las fuentes consultadas afirman que "no eximiría a los ganaderos de cumplir una serie de requisitos de control sanitario en la gestión de los cadáveres".
 
Actualmente los ganaderos tienen que cumplir con la obligación de comunicar la muerte de sus cabezas de ganado y solicitar su retirada a un gestor autorizado. Esa retirada tiene un coste económico, por supuesto, pero está cubierta por un seguro que, a su vez, está fuertemente subvencionado por el Gobierno de Navarra, explican fuentes del departamento de Desarrollo Rural.
 
En cuanto a la fauna salvaje, los principales consumidores de carroña en Navarra son los buitres. Aun a pesar de la obligación de retirar los cadáveres del monte que ha imperado en los últimos años, la población de buitre ha aumentado en la Comunidad Foral desde las 2.004 parejas de 1999 hasta las 2.783 que se contabilizaron en el año 2009.
 
La quincena de PASAN existentes, que se sitúan en Napal, Lumbier, Carcastillo, Zudaire, Sangüesa, Gorramendi (Baztan), Garralda, Indurain (Izagondoa), Zandueta, Zurukuain (Yerri), Ochagavía, Navascués, Bardenas Reales y Roncal, suministran unos 1.000 kilogramos de comida al día, entre los meses de octubre y junio (cada PASAN tiene una cantidad y una periodicidad diferente según la carga poblacional de buitres de cada uno), hábiles para alimentar a unos 2.000 ejemplares.






 

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