Lumbier guarda en el archivo la recopilación de su patrimonio oral

La presentación de parte del trabajo de campo será el sábado en el centro cívico

El Ayuntamiento concederá un sencillo homenaje a los doce vecinos protagonistas del estudio



Una de las vecinas protagonista del proyecto



   

Lumbier. A partir de las nueve de la noche del sábado el centro cívico de Lumbier acogerá la presentación de la recopilación del patrimonio oral, una labor llevada a cabo durante los dos últimos años a través de un trabajo de campo en el que se ha entrevistado a una docena de vecinos representativos del modo de vida, fundamentalmente de la primera mitad del siglo XX.

 

En el transcurso del acto los protagonistas recibirán un sencillo homenaje del Ayuntamiento y podrán disfrutar de una pequeña muestra de sus testimonios que quedan ya a disposición del pueblo en el archivo municipal.

 

El Ayuntamiento de Lumbier se sumó en la primavera de 2009 al proyecto de recogida de la memoria oral que comenzó hace ocho años con el primer trabajo del filólogo Alfredo Asiáin por tierras de Estella. La Universidad Pública se hizo eco de la necesidad de que esta labor de investigación debía ampliarse a toda Navarra, y encargó a Euskokultur Fundazioa la recogida de testimonios en las merindades de Pamplona, Sangüesa y la Baja Navarra, mientras otras empresas lo hacían en el resto de la comunidad, a través de contactos con los ayuntamientos, mancomunidades o asociaciones.

 

Gabriel y Aritz Ibáñez, padre e hijo, muy vinculados a la villa, fueron los interlocutores con el Ayuntamiento lumbierino, que desde el principio se mostró a favor de la financiación. "Buscamos una muestra representativa en función de la población, y comenzamos las entrevistas", recuerda Aritz.

 

Finalizado el trabajo, ambas partes se sienten satisfechas. Para Euskokultur, la importancia de recoger estos datos y la magnitud del proyecto radica en su permanencia en la universidad para consulta general. Por su parte, Mauro Gogorcena, el alcalde de Lumbier, resalta el valor de la aportación de sus vecinos para que permanezca su memoria a disposición de las generaciones venideras. "Desde el principio pensamos que la idea era muy buena y nos pareció interesante guardar en el archivo de Lumbier esta parte del patrimonio".

 

El trabajo cobrará más valor sin duda a medida que pase el tiempo. También hay que tener en cuenta que los doce entrevistados de Lumbier representan a la última generación de un modo de vida tradicional ya desaparecido y que han sido testigos de ella y del vertiginoso cambio de los últimos cincuenta años.

 

En su papel de entrevistador, Gabriel Ibáñez recuerda lo bien que se lo pasó durante el trabajo de campo, y destaca sus impresiones generales de esta generación. "Me ha impresionado su vida dura y difícil, pero serena, la gran capacidad de adaptarse a su pobreza, de sobrevivir a la guerra y la buena vecindad que reinaba. Y todos los aspectos que dan a conocer el trabajo en el monte: carboneros, jóvenes y responsables pastores, el trabajo de la tierra, el de la casa, y los bailes y canciones con los que disfrutaban".



 Fuente: Noticias de Navarra