Alta Cocina en la Residencia
115
mayores de la residencia San Isidro de Lumbier pudieron saborear el martes un
menú muy especial
Si
los abuelos no van al restaurante, el restaurante va a los abuelos. Ésa era la
filosofía de la experiencia que vivieron el martes, ilusionados y expectantes,
los algo más de un centenar de mayores de la residencia San Isidro de
Lumbier. Los tradicionales menús sufrieron, por un día, una auténtica
evolución y se convirtieron en platos de alta cocina gracias a la colaboración
desinteresada del afamado restaurante Alhambrapamplonés. "Una
forma de romper la monotonía y de ilusionar y alegrar de alguna manera a
nuestros residentes", aseguraba el director del centro, Miguel Ángel de la
Iglesia.
La cocina era un hervidero poco antes de la una del mediodía, hora fijada cada día para la comida de la residencia. Y Javier Díaz Zalduendo, jefe de cocina del Alhambra, se ocupaba de cada detalle. "Para mí es un placer estar hoy aquí y colaborar con esta jornada gastronómica de la residencia", aseguraba el cocinero. Natural de Arróniz de 46 años, y con 30 de experiencia, ha cocinado en restaurantes de Marbella, Sevilla, Madrid, San Sebastián, Zaragoza, Washington o Nueva York, hasta recalar hace 18 años en el Alhambra.
El martes tuvo bajo sus órdenes, con algún refuerzo, al personal habitual de cocina de la residencia, de la empresa Jangarria, que trasladó "a la perfección" las recetas del restaurante pamplonés. "Hoy se va a comer aquí como en el Alhambra", aseguró. De las propuestas de platos enviadas, se seleccionó un menú con cuatro de ellos.
Empezando con un refrescante chupito de melón con jamón, se siguió con unos espárragos blancos laminados con nueces confitadas y espiral de crema fina de puerros. A continuación se sirvió carrillera de ternera de Navarra confitada el vino tinto navarro y miel con sal de pimiento rojo. Y, como postre, se prepararon fresas especiadas, helado de cuajada, pipas de calabaza garrapiñada y galleta de manzana deshidratada.
"Me parece muy atractivo premiar de esta manera a los abuelos que no pueden salir, y poder trasladar aquí nuestra cocina. Apostamos por productos de temporada, como por ejemplo hoy los espárragos y las fresas. Somos unos privilegiados en Navarra con tantos productos con denominación de origen: quesos, aceite, espárragos...", consideró Díaz Zalduendo.
CONTENTOS POR LA NOVEDAD
"Los platos tienen muy buena pinta sobre el papel, así que mejor sabrán", apuntaba en el comedor el residente José García Artola, de 87 años y procedente de Artieda. "Aquí comemos muy bien todo el año, pero hoy estamos contentos por la novedad", dijo.
Tiempo atrás, ya se celebraron otras jornadas gastronómicas similares con la cocinera Angelita Alfaro, o los de los restaurantes Josetxo y Rodero, Juan Oscáriz y Koldo Rodero, respectivamente.
Además de los 115 mayores que el martes acogía la residencia, disfrutaron del menú de alta cocina, entre otros, el alcalde de Lumbier y presidente de la mancomunidad gestora del centro, Mauro Gogorcena; Ignacio Idoate, responsable del Alhambra; Gemma Botín, directora gerente de la Agencia Navarra para la Autonomía de las Personas; e Irache Ojer, subdirectora de Servicios para la Dependencia.
La cocina era un hervidero poco antes de la una del mediodía, hora fijada cada día para la comida de la residencia. Y Javier Díaz Zalduendo, jefe de cocina del Alhambra, se ocupaba de cada detalle. "Para mí es un placer estar hoy aquí y colaborar con esta jornada gastronómica de la residencia", aseguraba el cocinero. Natural de Arróniz de 46 años, y con 30 de experiencia, ha cocinado en restaurantes de Marbella, Sevilla, Madrid, San Sebastián, Zaragoza, Washington o Nueva York, hasta recalar hace 18 años en el Alhambra.
El martes tuvo bajo sus órdenes, con algún refuerzo, al personal habitual de cocina de la residencia, de la empresa Jangarria, que trasladó "a la perfección" las recetas del restaurante pamplonés. "Hoy se va a comer aquí como en el Alhambra", aseguró. De las propuestas de platos enviadas, se seleccionó un menú con cuatro de ellos.
Empezando con un refrescante chupito de melón con jamón, se siguió con unos espárragos blancos laminados con nueces confitadas y espiral de crema fina de puerros. A continuación se sirvió carrillera de ternera de Navarra confitada el vino tinto navarro y miel con sal de pimiento rojo. Y, como postre, se prepararon fresas especiadas, helado de cuajada, pipas de calabaza garrapiñada y galleta de manzana deshidratada.
"Me parece muy atractivo premiar de esta manera a los abuelos que no pueden salir, y poder trasladar aquí nuestra cocina. Apostamos por productos de temporada, como por ejemplo hoy los espárragos y las fresas. Somos unos privilegiados en Navarra con tantos productos con denominación de origen: quesos, aceite, espárragos...", consideró Díaz Zalduendo.
CONTENTOS POR LA NOVEDAD
"Los platos tienen muy buena pinta sobre el papel, así que mejor sabrán", apuntaba en el comedor el residente José García Artola, de 87 años y procedente de Artieda. "Aquí comemos muy bien todo el año, pero hoy estamos contentos por la novedad", dijo.
Tiempo atrás, ya se celebraron otras jornadas gastronómicas similares con la cocinera Angelita Alfaro, o los de los restaurantes Josetxo y Rodero, Juan Oscáriz y Koldo Rodero, respectivamente.
Además de los 115 mayores que el martes acogía la residencia, disfrutaron del menú de alta cocina, entre otros, el alcalde de Lumbier y presidente de la mancomunidad gestora del centro, Mauro Gogorcena; Ignacio Idoate, responsable del Alhambra; Gemma Botín, directora gerente de la Agencia Navarra para la Autonomía de las Personas; e Irache Ojer, subdirectora de Servicios para la Dependencia.
Fuente: Diario de Navarra
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