Mañana de gigantes por
el patrón
La comparsa fue el
centro de la fiesta en el día de San Ramón
Acompañó a la
Corporación y bailó para ella al pie de la iglesia
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Foto de la pequeña familia de la Comparsa, a la que se suman los txikis. (UNAI BEROIZ) |
LUMBIER -
Tras la explosión de la fiesta el día anterior, la mañana del 31 de agosto se
reserva en el programa festivo de Lumbier para honrar al patrón, San Ramón, por
lo que la misa se celebró en su honor con imposición del pañuelo al santo.
Con tal fin se dirigió
hasta la iglesia la Corporación municipal acompañada de la comparsa de gigantes
y cabezudos, gaiteros y la Ilunberriko Txaranga, en un paseo corto y rápido que
condujo a los corporativos al templo lleno para escuchar la misa especial del
día amenizada por el coro.
Al pie de las
escaleras, los gigantes esperaron el final del acto religioso y ofrecieron dos
bailes al Ayuntamiento y a los vecinos, antes de regresar tras los gaiteros.
“Este día hacemos el recorrido más corto, porque esperamos a que salga la
Corporación y los vecinos para bailarles”, explicaba Joaquín Pérez Balda, de la
Comparsa. Mientras, los txikis aprovechaban para entrar y salir de las faldas
de los gigantes, en el tiempo de espera, “que se hace largo”, reconocía el
miembro más antiguo de este colectivo que ha conocido años mejores. “Ha pasado
mucho tiempo, casi veinticinco años de cuando formábamos un grupo grande con
ilusión. Entonces nos pegábamos por bailarlos”, lamenta.
En la actualidad, se
mantienen siete, y son pocos, sobre todo de cara a realizar salidas fuera del
pueblo. “Estamos muy justos. Este año solo hemos salido a Tabar y a la
concentración de Aoiz, y solo cuatro, uno por cada gigante”. La Comparsa la
forman cuatro figuras grandes: los reyes católicos y la pareja de roncaleses,
junto a los cabezudos, que van renovando: tudelano, Popeye y el casero. Las
figuras txikis se suman: tres reyes y un personaje popular.
Este año han estrenado
camisetas. Este gasto y sus almuerzos los sufraga el Ayuntamiento, dueño de las
figuras, con una aportación anual de 2.800 euros.
“Necesitaríamos contar
con más personas para poder participar de otras concentraciones. A padres y
madres nos gusta ver la Comparsa por las calles, pero hay que comprometerse.
para que puedan disfrutar los críos”, mantiene. Pérez comenzó adolescente con
los cabezudos, y después pasó a los gigantes. Ahora baila al roncalés; y a sus
50 años soporta 60 kilos. “Se nota el peso, no voy a negarlo, pero todavía
puedo. Esto no puede desaparecer”.
PEQUEÑA COMPARSA
7 comparseros. Además
de Joaquín Pérez, la Comparsa de Lumbier la forman: Víctor Garde, Mikel Gamboa,
Alfonso Balda, Fermín Seminario, Javier Gogorcena, y Carlos Huarte.
Comprometidos con los gigantes, y también algunos de ellos con el torico de
fuego, se llevan consigo a los más txikis en las mañanas y noches de las
fiestas.